La isla de las Especias

Mensajes desde una isla. Viajes, libros, películas, otras islas....

lunes, 17 de septiembre de 2012

ISLAS INVENTADAS

 Miro mapas imposibles, viajo en barcos desvencijados y escucho historias sobre marinos y monstruos abisales. Las paredes me marcan el camino como los faros inexistentes. Invento gentes y paisajes, animales, fábulas. Con el dedo sigo y resigo los márgenes de las islas inventadas a las que pongo nombre, las palmeras , las rocas y ese mar imposible al que el tiempo le ha dado una pátina gris. 
 Imagino mis islas amables y salvajes, perdidas en océanos ignotos y lejanos
Tras la tormenta el mapa cambia, las islas mutan, desaparecen , el mar adquiere nuevas tonalidades. Los habitantes emigran, los barcos se pierden.... el  mundo desaparece.


fotografias de S. Acosta

lunes, 21 de noviembre de 2011

LA LLUVIA EN LAS ISLAS



Después de tantas semanas de lluvia casi ininterrumpida , de esa humedad que se respira y a ratos ahoga enumeraba mentalmente otras lluvias, otras islas, otras humedades. Otros adoquines resbaladizos y otros mares embravecidos, estos son algunos de ellos:

Llovía en la Habana


Y se llamaba George. Los cubanos mantienen que los huracanes los espanta Fidel.


Con ingenuidad casi infantil nos decían, mientras esperábamos la llegada de uno grande, que el comandante no lo dejaría pasar, que él había dicho que jamás dejaría que una tormenta asolase la Habana , que sabía que en el último momento recularía ,aunque todo parecía indicar lo contrario. Mientras, las olas barrían el malecón y el viento y la lluvia nuestras esperanzas. Finalmente George, en un movimiento imprevisto y extraño tocó sólo de refilón la isla..




Llovía en Calcuta

Calcuta , esa isla victoriana en la inmensidad de la India.

Y los monzones de aquel septiembre lo inundaban todo y las calles eran ríos, los campos lagunas , las calles ciénagas. Los trenes llegaban a la estación desbocados de barro, barro en el suelo, en los asientos, en las caras y manos, barro en las puertas , en las maletas. Y mientras llovía y llovía, el lento discurrir de la vida, en funcionamiento de una bomba de agua....


Llovía en Phrang Nang ( Thailandia)


Llovía y el agua del mar seguía siendo color esmeralda. Llovió cada tarde a la hora perezosa y lenta de la siesta; después cantaba un gallo, el cielo se iba abriendo lentamente y entre girón y girón de las nubes en fuga teníamos el tiempo suficiente para ver atardecer desde la terraza de aquel bar. Por las mañanas otra rutina: bajábamos a la playa , " la playa de la princesa" se llamaba , recogíamos caracolas, nos bañábamos, inventábamos historias....



Las fotos son de S. Acosta , todas salvo la de Phrang Nang la cual he encontrado en internet y de la que me ha sido imposible descubrir el autor.


martes, 1 de noviembre de 2011

PASEO EN BICI POR LOS ALREDEDORES DE LA ISLA












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lunes, 31 de octubre de 2011

LOS JUGADORES DE POKER















" Un forastero entra en una partida y liga una escalera de color. Apuesta y pone todo su dinero en la mesa. Su adversario enseña un dos, un cuatro ,un siete, un nueve y una jota de distintos palos y empieza a arramblar con el dinero. Nuestro amigo , incrédulo, señala su escalera de color y protesta. El otro señala un letrero en la pared que dice " 2-4-7-9-jota hacen un Gato Viejo. El Gato Viejo gana todo.

Pues bien, nuestro hombre sale del local, repone sus efectivos y más tarde, esa misma noche, se encuentra sosteniendo en la mano el mismísimo Gato Viejo ; cosas de la suerte. Una vez más , apuesta todo lo que tiene. Los dos juegan hasta el último centavo. Se enseñan las cartas. Nuestro hombre despliega su Gato Viejo . Su adversario enseña una pareja de doses y empieza a trincar la pasta. " Ejem", dice nuestro hombre " Usted no tiene más que pareja de doses y yo tengo un Gato Viejo" A lo cual responde su adversario señalando otro letrero en la pared que dice " El Gato Viejo sólo vale una vez por noche" .



DAVID MAMET, Joyas de la biblioteca de un jugador
( La ciudad de las patrañas)



Ganar una buena mano, una suculenta y disputada mano en una partida de póquer , es una de las sensaciones más intensas, excitantes y embriagadoras que uno puede experimentar para distraerse de esta pesada broma que es la vida.

La tensión y la descarga de adrenalina se incrementarán progresivamente cuanto más numerosos sean los envites, y por tanto las subidas de apuestas, en el momento final de la mano, entre los jugadores supervivientes de la misma. Es entonces cuando el póquer adquiere su mejor carta- nunca mejor dicho - de naturaleza y se convierte en un juego oral, de palabras y silencios, y sobre todo psicológico ,de conocimiento o al menos de intuición del coraje o pusilanimidad del contrario, del grado de confianza en si mismo y de cómo amedrentarlo como una pulsión tan esencial y sencilla como efectiva, con impetuosos incrementos de dinero en liza . Lo que podría traducirse en lenguaje castizo por : " Así que ves mis doscientos y subes cien. Pues yo veo tus cien y meto... ¿ Cuánto tienes de resto? ¿ trescientos cincuenta? Pues trescientos cincuenta euros. Si quieres verme las cartas, ya sabes lo que tienes que hacer..."
.....

A lo largo de mi vida, salvo en contadas excepciones, las partidas en que me he metido han sido baratas, y en la actualidad no juego más que con los mismos amigos de siempre y arriesgando cantidades modestas que nos mantienen entretenidos desde el crepúsculo hasta el amanecer...."

Mientras llega, sigo leyendo.Un beso a todos




Partes del relato titulado " El Rolls Royce de los juegos de cartas" escrito por JuanBas. Lo he encontrado en la revista nº 1 de " Eñe. Revista para leer". la imagen se titula " Perros jugando al póker" y es de CASSIUS MARCELLUS COOLIDGE

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miércoles, 12 de enero de 2011

LA ISLA DE LOS HOBBITS


Qué isla tan extraña ésta capaz de albergar homínidos enanos y aves gigantes. Un sitio donde fueron capaces de sobrevivir los personajes que Tolkien, en El Señor de los Anillos, ya había imaginado. Los científicos hablan aquí del " efecto isla" por el cual las especies van evolucionando y cambiando de forma , haciéndose anormalmente grandes o pequeñas sin que ninguna influencia del exterior las condicione. Seguramente si fuese paleontólogo éste sería un lugar donde me gustaría estar. No lo soy... y también.


Esta isla, fuera de casi todas las rutas turísticas, es Flores ( Indonesia) el lugar que la revista Nature definió un día como "una especie de mundo perdido" y hubo tantas ocasiones en las que, perdida en alguna carretera, en cualquier pueblo remoto o bañándome en las aguas más azules del mundo, me planteé que era así...

En uno de los extremos de la isla se encuentra el Parque Nacional de Komodo, con sus famosos dragones. Es impresionante, un paisaje igual que el que debía de haber hace miles de años: islas verdes flotando en un mar azulísimo y virgen, habitadas por monstruos de lengua bífida que matan y envenenan. Animales surgidos de más allá del tiempo que te miran y dan miedo. Bueyes tranquilos que paciendo parecen esperar el ataque. Monos que saltando entre los árboles se ríen , divertidos y ruidosos. Mientras, las nubes se reflejan en el agua, allí a lo lejos,y el paisaje se convierte en un extraño cuadro de simetrías.

También hay un monte , el Kelimutu, que, sólo durante el amanecer, te permite ver las tres lagunas que lo coronan, cada una de un color diferente (verde, azul y negra). Cuenta una leyenda local que a estas lagunas van a parar las almas de los muertos: en la verde descansan los ancianos, en la azul las mujeres y hombres jóvenes y en la negra los asesinos y ladrones. Recuerdo tanto una cena en aquel pequeño hotel a los pies de esta montaña...

Y hay tantas imágenes que van abriéndose paso: esas montañas preñadas de vegetación y niebla que pasaban raudas tras las ventanas de un autobús, esas pocas mezquitas sobresaliendo entre las casas de los pueblos polvorientos, casas de caña de bambú o palmera trenzada; la lluvia , que de forma imprevista , inundaba el suelo y el cielo; aquellas playas desiertas, sólo nuestras; unas chanclas en un mercado o aquellas moscas gigantes , fly horses las llamaban, que nos comieron las piernas.

Dicen que el nombre de Flores se lo dieron los portugueses gracias al color de los corales que rodean la isla, lo que ellos no sabían es que junto a los peces y las algas, en los bosques y las cuevas, se escondían los hombres enanos: los hobbits.




la fotografía no es de la Isla de Flores ya que todo lo que tenemos está en diapositivas. La fotografía es de otra isla mucho más cercana pero a la que le tengo un gran cariño, Menorca, y como siempre es de S. Acosta.


sábado, 23 de octubre de 2010

SIEMPRE ACABAMOS LLEGANDO A DONDE NOS ESPERAN

Las cita no es mía , es de José Saramago, tan preciso y exacto como siempre.


Hacía muchos años que yo sabía que había un lugar que me aguardaba, un lugar que había recorrido en innumerables ocasiones en las mañanas casi frescas del verano, que había soñado, un lugar que conocía pero sólo en la distancia, un lugar que me esperaba.

Después de otros intentos sin éxito, por fin en julio pasado llegué y sí , era cierto, Egipto me estaba esperando.







Me he paseado boquiabierta por los leídos callejones de Maguib Mahfuz, por sus barberías y bazares; he comido en un café con su nombre verduras especiadas y picantes ; he respirado el aire contaminado, espeso y caliente de esa capital interminable; he subido en taxis destartalados, antiguos ( viejos no, antiguos); he oído la llamada al rezo, he oído el rezo dentro de las mezquitas impresionantes; he tomado té con menta en el café de los Espejos mientras los vendedores me ofrecían baratijas ; he comprado pirámides, escarabajos, algún punto de libro hecho en papiro.


Qué maravilla. Un viaje tras otro me sigue emocionando encontrarme exactamente con lo que andaba buscando. Y meses después me sigue recorriendo un escalofrío al pensar en Abu Simbel, en Kom Ombo, en Karnak, en Luxor, en ... sigo teniendo la retina llena de sitios, de piedras, de arena. Había soñado tantas veces con esos lugares, me había paseado en tantas ocasiones por los pasadizos oscuros de los templos y las pirámides intentando comprender , como una obsesión, los jeroglíficos y figuras que lo adornan todo.





Veo la ribera del Nilo pasar despacio desde la cubierta del barco; la franja verde antes de la arena del desierto; los burros y camellos trabajando entre la vegetación, los minaretes altivos sobresaliendo entre palmeras; los colores desvaídos de las casas con ventanas dibujadas en los muros donde no las hay , el agua marrón y densa. Garzas y niños jugando





Y recuerdo un agua azul, cristalina. Una gran pecera rebosante de peces bellísimos y extraños.





Y el calor ,omnipresente, salvaje, desmedido....


Las fotos son de A. y S. Acosta.

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viernes, 22 de octubre de 2010

NUESTRA NUEVA ISLA

Los habitantes de la isla hemos decidido dar un cambio a nuestras vidas y mudarnos a otro lugar.
Cambiamos de pueblo, de casa, de colegio, de palmera... buscando tener ese mar tan necesario mucho más cerca.
Estamos contentos.
Ayer por la noche, con la luna llena sobre el mar, nos fuimos a cenar a la orilla de la playa.
Para las próximas, estais todos invitados.

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